Día 9:
Sanando mi niño (a) interior
Afirmación: Mi niña (0) interior yo te amo profundamente.
y heridas que de no ser sanadas, nos acompañaran toda la vida. Uno piensa que ante las dificultades reacciona la persona adulta, que tiene estudios de licenciatura o maestría; sin embargo, quien está llevando el control de la tormenta emocional es ese niño interior lastimado que habita dentro del cuerpo adulto.
Por ello en este octavo reto de transformación emocional, te invito a trabajar tu niña (0) interior, recuerda lo mucho que le amas, y que jamas ha estado sola (o). La importancia de recuperar este niño interior es uno de los puntos claves para la realización de todo ser humano.
A continuación te comparto algunos ejercicios para iniciar tu proceso de sanación interior:
1 ejercicio: En una hoja de papel o en un cuaderno, haz un dibujo de
cuando eras niño, expresa todo lo que quieres proyectar y elige el material con
el que te sientas más cómodo, lápices de colores, crayones, marcadores etc. ¿Qué logras percibir del dibujo que hiciste? ¿Qué está
haciendo el niño? ¿Qué colores utilizaste?. Ahora medita por lo menos por 30 minutos, observando el dibujo. Repite la afirmación: Mi niña (0) interior yo te amo profundamente, gracias te amo. Este es un ejercicio con el cual inicias un proceso de sanación y reencuentro con tu niño interior.
Una variación de esta actividad, es hacerlo con una fotografía de cuando estabas pequeño, realmente funciona.
Encontrarnos con nuestro (a) niño (a) interior es una excelente manera de sanar nuestras heridas emocionales ahora que somos adultos. Nuestro (a) niño (a) interior contiene todos nuestros patrones emocionales, positivos y negativos. Vive en nuestro espíritu, como la pequeña o el pequeño que alguna vez fuimos. Con las heridas de traumas pasados, que arrastramos a nuestro presente.
Para recuperar y fortalecer el amor a uno mismo es muy
importante sanar las heridas emocionales que se fueron acumulando desde nuestra
infancia, es decir, encontrar y sanar nuestro niño interior.
Oración para recuperar y sanar a nuestro Niño Interno
“Divinidad, que hay en mi, amado Padre, Madre, Dios, te pido por favor que borres las memorias tóxicas, dolorosas que hay en mi, en mis células que son las que impiden que yo sea libre. Ya que el dolor es tan grande por no poder verme como tu me ves, como tu me creaste, una alma pura y libre.
Te pido con todo mi amor, que vuelva a sonreír, a ser espontáneo (a), que la frescura de mi sonrisa vuelva para que de esta manera se manifieste en mis acciones.
Sé que al recuperarme a mi mismo (a) recupero la alegría por la vida.
Sé que me he fragmentado en miles de versiones que no soy, para agradar a los demás, para sentirme aceptado (a), valorado (a), reconocido (a), amado (a).
Te pido que abras mi corazón para que mi Yo adulto, sepa cuidar a mi Yo más joven, a mi niño (a) que necesita de ser escuchado, cuidado, amado, protegido, respetado, valorado.
Sé que con la fuerza que TI, mi amada Divinidad que me provee será posible que por fin me pueda integrar con dulzura y suavidad para siempre.
Sé que todos tenemos un niño (a) que está buscando desesperadamente cubrir sus necesidades para manifestar en este plano la felicidad, la plenitud y sobre todo la libertad.
Gracias por haber escuchado mi plegaría que se que con convicción esta ha sido escuchada, y todo esta dado y concedido.”
Amén.
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